Patrimonio cultural

El armamento no es el único en el puerto; se han contabilizado entre siete y ocho cañones que datan del siglo XVII

Por Leandro Chacón

Mérida, Yucatán.- La conservación del patrimonio cultural muchas veces cuenta historias que la gente ignoraba o desconocía debido a la pérdida de memoria colectiva a través de los años, tal y es el caso de un cañón en el puerto de Sisal, comisaría de Hunucmá, que por varios años estuvo semienterrado en un predio que funciona actualmente como un restaurante.

Por años, el cañón fue visto como un poste de fierro dentro de un predio en el que fue el primer puerto de Yucatán, pero se tiene el registro de que llegó a funcionar como pivote para que se amarren embarcaciones, pese a que originalmente funcionó como un arma para proteger el lugar de los piratas.

Por años, el cañón fue visto como un poste de fierro dentro de un predio en el que fue el primer puerto de Yucatán, pero se tiene el registro de que llegó a funcionar como pivote para que se amarren embarcaciones, pese a que originalmente funcionó como un arma para proteger el lugar de los piratas.

“Debajo del cañón había un pozo para agua. Allá fue insertado y por años sirvió para amarrar anclas de embarcaciones, pero con el paso del tiempo la gente se olvida de lo que hay allá, pero hubo la necesidad de recuperarlo porque tenía un proceso de deterioro grande”, dijo Luis Pantoja, arqueólogo que estuvo en los trabajos de recuperación.

Delicada labor

El también miembro de la Asociación Yucateca de Especialistas en Restauración y Conservación del Patrimonio Edificado (Ayerac), indicó que para la extracción de una pieza de las dimensiones del cañón se realizaron trabajos de excavación alrededor de la artillería, debido a que se tenía la hipótesis de que fue enterrado con todo y su base, algo que finalmente fue descartado luego de la excavación.

“Fue un proyecto muy rápido, ya que el proceso de excavación y extracción duró una semana”, señaló el entrevistado, quien además puntualizó que la pieza era muy pesada, motivo por el cual se tuvo que recurrir a una grúa proporcionada por el Gobierno del Estado para primero extraer el cañón y posteriormente llevarla al museo de la localidad.

El arqueólogo mencionó que el predio donde se resguarda la pieza anteriormente funcionaba como la aduana, y fue allá donde también se realizaron trabajos de consolidación de la pieza extraída, esto con la finalidad de que no se siga corroyendo y para que los habitantes de la comisaría puedan apreciar parte del patrimonio cultural del puerto.

Respecto a la recuperación del cañón, Pantoja Díaz dijo que este trabajo es de suma importancia, ya que mayormente estas acciones se dan gracias a la iniciativa civil, debido a que hay un desinterés de parte de la población y las autoridades municipales o estatales de recuperar este tipo de patrimonios.

Por su parte, Pedro Delgado, miembro de la Ayerac y arqueólogo que trabajó en el rescate del cañón, junto con Pantoja Díaz y Bárbara Escamilla Ojeda, señaló que el armamento no es el único en el puerto, ya que por lo menos se han contabilizado entre siete y ocho cañones que datan del siglo XVII.

Sin embargo, lamentó que algunos de ellos no fueron rescatados como debería ser. “En el parque principal hay cañones que desafortunadamente las autoridades pintan con materiales anticorrosivos, que se utilizan para materiales actuales, no se hacen como éste, que requiere de un tratamiento de reservación especializado”, indicó el entrevistado.

Datos interesantes del cañón

De acuerdo con el reporte que realizaron los arqueólogos, se sabe que la artillería rescatada es de origen español y data del siglo XVII. Se usaban para defender el puerto de posibles ataques piratas.

Asimismo, se tiene el registro de que hace más de 40 años hubo dos intentos para extraer el cañón, pero ambos fracasaron, hasta que fue extraído a principios de esta década.