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¡BAJO LA LUPA! 

Investiga la STyPS, a directivos de «Tigres» y administración del «Beto Ávila», por presunta Explotación Infantil.  

 

Por Patricia Argonza 

 

Cancún, Quintana Roo.- Alexis, de 14 años de edad, es parte de los 2.4 millones de niños en el país que realizan alguna actividad económica, según datos del Inegi. 

 

Niño trabajando en el Estadio Beto Ávila.

 

Recientemente concluyó la temporada de béisbol en Cancún, se logró captar en el estadio Beto Ávila, casa de los Tigres de Quintana Roo,  a varios menores de edad trabajando ya sea vendiendo cervezas, refrescos o alimentos,  dejando a un lado su afición por la pelota. A su corta edad, debe aportar al sustento de su casa y  dejar a un lado sus vacaciones para poder ganar unos pesos previos a ingresar a la escuela. 

 

 

Secuencia de niño vendiendo cerveza durante el juego 3 ante Puebla.

 

Alrededor de los 4 menores captados por nuestra lente, forman parte de las estadísticas del trabajo infantil a nivel mundial, donde la necesidad les ha arrebatado la posibilidad de desarrollar actividades propias de su edad y lo ha puesto a laborar.

 

La escasa e inmadura efectividad de la actual administración de los Tigres por inspeccionar quien o quienes regulan las ventas en el estadio, hacen que varios menores de edad acompañen a sus amigos o familiares para que realicen ventas de alcohol, refrescos o alimentos, a sabiendas de que un estadio deportivo, es el mejor santuario para los niños. 

 

El ver las butacas del Beto Ávila, repleto de niños y niñas, disfrutando de la pelota, augura muy buenas esperanzas para un futuro cercano; sin embargo, este año fue la excepción ya que pocos fueron los aficionados que asistieron a los dos últimos juegos de la temporada 2017 en la serie de postemporada ante Pericos de Puebla. 

 

En contraste, en meses pasados (Junio 2017) la actual administración de Remberto Estrada Barba, recibió un reconocimiento que otorga la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) a las organizaciones de los sectores público, privado y social, que cuenten con procesos, políticas, programas y acciones que contribuyen a la prevención y erradicación del trabajo infantil y así proteger los derechos de niños y jóvenes cancunenses,  garantizando su desarrollo integral. 

 

Niños meseros: ilegal pero barato.

 

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) 2.4 millones de niños realizan alguna actividad económica. De esta forma, de los menores ocupados de entre 5 y 17 años, 69.8 % son niños y 30.2 % son niñas. 

 

Dos horas antes del juego e instalados en su «isla de venta».

 

Así mismo la Ley Federal del Trabajo la ocupación de los menores de edad no está permitida por estar debajo de la edad mínima o porqué realizan ocupaciones o actividades peligrosas; sin embargo, nueve de cada diez niños contratados (89.6%) realiza o tiene encomiendas en actividades no permitidas. El 28% se encuentra en actividades agropecuarias, 25% en el sector de servicios y 22.6% en actividades relacionadas con el comercio. 

 

Basados en la Ley de los Trabajadores del estado de Quintana Roo,  estipula en el Artículo 15: Los menores de edad mayor de dieciséis años tendrán capacidad legal para prestar servicios, percibir el sueldo correspondiente y ejercitar las acciones derivadas de la presente Ley. 

 

Niño cobrando.

 

Inician investigación. 

 La Delegación en Quintana Roo de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social (STyPS), investiga un probable caso de explotación infantil, en el que pudieran estar involucrados directivos de «Tigres», concesionarios de alimentos y bebidas; así como  personal administrativo del Estadio de Béisbol «Beto Ávila», al permitir que menores de edad expendan alimentos, cervezas y refrescos. 

 

En entrevista con el Peninsular, el Delegado Federal de la dependencia en Quintana Roo, Enoel Pérez, manifestó que está prohibido el trabajo de menores de edad. 

 

Sin embargo, aclaró que en algunos casos de acuerdo con el Convenio 186 de  la Organización Internacional del Trabajo (OIT),  ratificado por México sobre Trabajo infantil, se establece la edad mínima general para la admisión al trabajo o al empleo, es de  15 años (13 para los trabajos ligeros) y la edad mínima para el trabajo peligroso, en 18 años (16 bajo determinadas condiciones estrictas). 

 

Dijo, que  en el caso particular del Estadio «Beto Ávila», se tomarán acciones en caso de que menores de edad, estén sirviendo bebidas embriagantes. 

 

Repartiendo bebidas a los aficionados.

  

«Se cataloga como explotación infantil. No sé quién los contrate, pero deben haber responsables solidarios en cualquier caso». 

 

Preocupante 

Por su parte,   la presidenta de la Red y Equidad de los Derechos Humanos en Quintana Roo, Rosa María Márquez, manifestó como preocupante la situación. 

 

“Esta situación podría cuadrar entre otros delitos en la de corrupción de menores, explotación laboral; y aunque habría que considerarse el salario que perciben y las horas que trabajan, una vez que se analice la situación se podría interponer la denuncia correspondiente en contra de quien o quienes resulten responsables de estas contrataciones”. 

 

Con impunidad total operan los Estadios “Beto Ávila” y “Andrés Q. Roo” 

 

Al respecto, el regidor Gregorio Sánchez Martínez, deslindo al cabildo sobre las presuntas irregulares que se puedan registrar por parte de empleadores de menores de edad, en el interior del Estadio Beto Ávila y dijo,  que es ciento por ciento responsabilidad de la administración de Tigres y del Estadio. 

 

 “Cuando se trata de vender bebidas embriagantes, esta tajantemente prohibido que lo hagan menores de edad. El estadio esta concesionado a Tigres es 100 por ciento, responsabilidad de Tigres y del Estadio Beto Ávila”.

 

 Así mismo, reveló que tanto las administraciones del “Beto Ávila” como del “Estadio Andrés Quintana Roo”, operan con total impunidad. 

 

  “No tienen permisos de ningún tipo, no pagan permisos para venta de alcohol, no pagan impuestos, y no obstante el municipio les paga la luz eléctrica”. 

 Y  añadió: “El municipio no verifica nada, la responsabilidad recae en el presidente municipal y en su gabinete”. 

“La administración no recae en el cabildo, recae en la presidencia  municipal y este es un asunto de Tesorería 100 por ciento, y en su caso el Síndico municipal, junto con el presidente de la Comisión de Hacienda”, concluyó. 

 

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