SIN AUMENTO AL SALARIO MÍNIMO
No existen condiciones económicas
Agencias
En un comunicado, se informó que la solicitud de las Confederaciones de Trabajadores de México (CTM) y de la Patronal de la República Mexicana (Coparmex) se generó como resultado del compromiso que el consejo adoptó el 1 de diciembre del año pasado de revisar el salario mínimo general el primer cuatrimestre de este año, siempre que existieran condiciones económicas que lo justificaran.
Lo anterior, mediante el instrumento del Monto Independiente de Recuperación (MIR) y previo cumplimiento de lo establecido en el Artículo 570 de la Ley Federal del Trabajo, en lo que corresponde a la revisión salarial.
Se recordó que el 26 de abril de este año, el Consejo de Representantes, después de analizar la situación económica del país y apreciar que existía un relativo balance favorable, consideró prudente revisar los resultados económicos completos del primer cuatrimestre del año y las expectativas para los meses de mayo a diciembre.
Lo anterior, a fin de decidir lo procedente, tomando en cuenta los riesgos previsibles para el crecimiento, la inflación, el tipo de cambio, la inversión productiva, el empleo para trabajadores que perciben un salario mínimo, el posible cierre de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, los efectos del proceso de regularización de la política monetaria y del reciente cambio en la política fiscal en los Estados Unidos.
Agregó que el Consejo de Representantes valoró el riesgo de impactar negativamente las inercias positivas de varios indicadores económicos y laborales, para los que, el actual contexto económico, social y político interno y externo, tienen un alto riesgo.
Según la Conasami, se consideraron como tendencias positivas las expectativas de crecimiento de la economía mexicana para 2018, elaboradas por organismos nacionales e internacionales, públicos y privados, que han mejorado con respecto a su estimación previa.
Que el Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó las perspectivas de crecimiento económico de México de 1.9 por ciento a 2.3 por ciento para 2018.
El Banco de México ajustó al alza el intervalo de pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de entre 1.7 por ciento y 2.7 por ciento, a entre 2.0 por ciento y 3.0 por ciento, y que el Banco Mundial estimó que la economía mexicana crecerá 2.3 por ciento este año, aumento superior a su estimación previa de 1.9 por ciento.
También tomó en cuenta que el comportamiento del empleo es excepcionalmente positivo y ha registrado las cifras históricas más altas en el sector formal de la economía; a la par que se tienen las menores tasas de desocupación nacional y urbana desde que se cuenta con su registro estadístico con base en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
Respecto a la inflación, consideró que ha continuado a la baja en los meses transcurridos del año, y que en sus últimas lecturas registró un comportamiento más favorable del anticipado hasta hace poco.
Tomó en cuenta que el Banco de México estimó el comportamiento reciente de ese índice y la evolución de sus determinantes, la postura de la política monetaria actual y el horizonte en que opera.
La inflación convergerá a valores cercanos a la meta de tres por ciento en los primeros meses de 2019, bajo los supuestos de un tipo de cambio relativamente estable, la ausencia de nuevos choques de oferta sobre la inflación y de presiones provenientes del mercado laboral.
Asimismo, evaluó diversos factores que pueden incidir desfavorablemente sobre las perspectivas económicas de México y la evolución de los mercados financieros nacionales.
Dijo que en el entorno externo sobresale la normalización monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos, uno de los principales riesgos para la economía de México y su sistema financiero.
También se anticipa que dicho proceso evolucione de manera gradual y ordenada, sin embargo, persiste la posibilidad de que se presenten episodios de elevada volatilidad financiera.
En particular, dijo que subsiste el riesgo de que cambios no anticipados en dicho proceso de normalización detonen ajustes en los portafolios de los inversionistas internacionales, los cuales podrían generar episodios de volatilidad financiera y afectar los flujos de capital hacia economías emergentes como la mexicana.
También influye la reforma fiscal aprobada por el Congreso estadounidense en diciembre del año pasado, pues preocupa la posible pérdida de competitividad de México respecto a Estados Unidos, debido a la reducción de tasas corporativas de 35 a 21 por ciento, mientras que en México esa tasa permanece en un nivel de 30 por ciento.
Por ello, enfatizó, no es deseable pretender mejorar la competitividad de México a través de un deterioro en la postura fiscal.
Además de que está la incertidumbre en torno a las perspectivas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el futuro de la relación bilateral con Estados Unidos, lo que podría generar una señal negativa para los mercados y, en consecuencia, la confianza de los inversionistas en la economía nacional podría verse afectada
Otros factores tomados en cuenta son la adopción de políticas comerciales proteccionistas y la posible materialización de riesgos geopolíticos.
Opinó que en el entorno interno, no puede descartarse que se observe un aumento en la volatilidad financiera asociada al proceso electoral 2018.
El principal riesgo para la inflación, según la Conasami, es la posible trayectoria del tipo de cambio, que puede afectarse por la evolución de cualquiera de los factores desfavorables para la economía mexicana.
El Consejo de Representantes advirtió que la economía mexicana enfrenta factores de riesgo considerables.
“Frente a esta perspectiva para los próximos meses, el consejo consideró que debe privar la prudencia y evitar, en lo posible, descarrilar las tendencias inerciales positivas del crecimiento económico, el empleo y la inflación”, puntualizó.