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Números negativos del “Cuervo” en SEFIPLAN

Staff El Peninsular

En su paso por la Secretaría de Finanzas y Planeación del estado, Juan Melquiades V. F., detenido ayer por la PGR bajo cargos de lavado de dinero, no dio resultados y fue cuestionado por una dañina reestructuración que multiplicó la carga de la deuda pública de largo plazo, así como por los diversos contratos millonarios que se asignaron desde finales de 2016 hasta finales de 2017.

 

El ex funcionario de origen poblano llegó al gabinete del mandatario Carlos Joaquín González impulsado por el ex gobernador Joaquín Hendricks Díaz, que es su socio, y actualmente realizaba actividades como precandidato del PRD a una diputación federal cuando la Policía Federal Ministerial, lo detuvo, al cumplir una orden del juez de distrito especializado en el Sistema Penal Acusatorio del Centro de Justicia Penal Federal en el Estado de México.

 

De hecho, su detención se realizó en Cancún cuando participaba en un evento político con el precandidato a senador del PRD, Julián Ricalde Magaña, en un local de la avenida Chichén Itzá de Cancún.

 

Luego de la detención del ex funcionario, el Gobierno del Estado, del cual formó parte del 25 de septiembre del 2016 al 8 de enero de 2018, emitió un comunicado para asegurar que los delitos por los cuales fue aprehendido no se cometieron en su función de Secretario de Finanzas y Planeación.

 

“El Gobierno del Estado de Quintana Roo reitera el respeto a las instituciones y el apego a la ley.

 

En relación con la detención de Melquiades ‘N’ realizada por la Procuraduría General de la República, la institución refiere que obedece a sus actividades privadas en 2015, no a la función pública.

 

Para el Gobierno del Estado de Quintana Roo es central la presunción de inocencia, pero de probarse los delitos, debe actuarse con energía y apego a ley”, dice el escueto comunicado difundido por la Coordinación de Comunicación Social.

 

Pero aunque hasta el momento, no se le ha descubierto algún delito cometido como secretario, puesto que dejó el pasado 8 de enero, a su paso por la Sefiplan Juan Melquiades V. F. promovió una dañina reestructuración de la deuda de Quintana Roo, que elevó la carga de los intereses a pagar en 14 mil millones de pesos más.

 

Juan Mequiades V. F. llegó al equipo de campaña y luego al gabinete de cuota del ex gobernador Joaquín Hendricks Díaz, por apoyar la campaña del actual mandatario Carlos Joaquín González, debido a que ambos son socios desde la creación del canal México Travel Channel.

 

Asimismo, una denuncia en manos de la PGR señala que Juan Melquiades V. F. es socio de Joaquín Hendricks Díaz en seis empresas, incluyendo Multimedios Turísticos, dedicada a la comercialización de espacios para la transmisión de mensajes en TV y radio a través de concesionarios autorizados, y Mundo Travel Channel, del mismo giro.

 

El multimillonario de origen poblano dejó al estado con enormes pagos de intereses de la reestructura de la deuda, sin lograr las metas recaudatorias y marcado por la incongruencia y la mentira.

 

Proyecciones presupuestales para 2018 muestran que las finanzas estatales se verán impactadas por el esquema desequilibrado que dejó la reestructuración de la deuda negociada por Juan Melquiades V. F. Lo anterior porque casi 2 mil millones se pagarán sólo de intereses de la deuda bancaria de largo plazo el próximo año.

 

En el rubro de deuda pública de la Propuesta del Presupuesto de Egresos de Quintana Roo para este 2018, se contempla un monto total de 3 mil 106 millones de pesos.

 

Al final, la reestructuración negociada por Juan Melquiades V. F. terminó por comprometer a pagar al estado pagar más de 52 mil millones de pesos en 25 años, un tema perjudicial para las finanzas estatales, que una y otra vez quiso ocultar cuando fue titular de la Sefiplan.

 

Además, se convirtió en un jugoso negocio para la mafia financiera del país, puesto que por asesorías la firma Evercore, de la que entonces era presidente Pedro Aspe Armella, exsecretario de Hacienda se llevó el pago de 225 millones de pesos.

 

No sólo en el tema de la deuda pública se caracterizó por mentir el ex funcionario, sino también en materia de recaudación, puesto que a finales del 2016 aseguró, ante empresarios turísticos y hoteleros del estado que no se tendrían nuevos impuestos para el 2017, y luego promovió la creación del impuesto sobre los juegos de apuestas y casinos, gravamen en el que el estado no ha tenido resultados el año pasado, ya que lo obtenido fue mínimo, ante los amparos promovidos por el empresariado.

 

En cambio, la creación de este impuesto causó que en Chetumal un casino que operaba en un hotel cerrara sus puertas.

 

El año pasado casi causó una ruptura del sector hotelero con el gobierno del estado, al promover que se aumentara de 3 a 4 por ciento la tasa del Impuesto al Hospedaje durante cuatro años.

 

La propuesta la presentó oculta entre los artículos transitorios de tres leyes del paquete fiscal para el 2018, pero no prosperó ante la oposición férrea de los hoteleros del estado, por lo que se dio marcha atrás y el impuesto no fue aumentado.

 

A su paso por el gobierno también se distinguió por la manera como presumía su riqueza, como cuando se organizó un ostentoso cumpleaños en Cancún, el 10 de diciembre de 2016.

 

Entonces realizó un encuentro de golf en el exclusivo Puerto Cancún Golf Club y por la noche una comida-baile en un lujoso salón del hotel JW Marriot, donde recibió a 500 invitados especiales, entre políticos, artistas y empresarios.

 

Dentro del lugar, el funcionario rifó relojes Rolex y Cartier a manera de “agradecimiento”, causando la indignación de los ciudadanos, que exigieron en redes sociales su destitución, así como una investigación exhaustiva y transparente. Lo anterior al mismo tiempo que Juan Melquiades V. F. anunciaba que se realizaría en el gobierno un pacto de austeridad.

 

También fue fuertemente rechazado por los ciudadanos por el emplacamiento emprendido en el 2017, por el cual se asignó un contrato de más de 220 millones de pesos, costo que se consideró injustificado porque las placas tienen un diseño muy simple.

 

Igualmente promovió la asignación de un presupuesto de 380 millones de pesos para la compra de un software para la administración pública del estado, mientras que una gran cantidad de proveedores del gobierno todavía no reciben la paga de enormes deudas por bienes y servicios prestados.

 

De que se trata de un dispendió lo señaló María Teresa Castro Corro, titular de Contabilidad Gubernamental Federal y secretaria técnica del Consejo Nacional de Armonización Contable (Conac), en una visita a Chetumal, pues indicó que la compra de un software con un costo de casi 400 millones de pesos, para tener un mejor control de las finanzas de la entidad, no es una alternativa que obedezca al principio de austeridad del gasto público, pues explicó que hay opciones mucho más baratas e incluso gratuitas.

 

Por lo mismo, durante el mes de diciembre del 2016 un grupo de ciudadanos protestó en el Congreso del Estado y pidió la destitución de Juan Melquiades V. F., al considerar que los 380 millones de pesos que cuesta el software es una burla, y que ese dinero debió invertirse en mejorar los salarios de la clase trabajadora y para mejorar la actividad económica de la ciudad de Chetumal.

 

Además, pedían que se suspendiera el reemplacamiento hasta que se determinara un monto adecuado a las condiciones económicas de la ciudadanía.

 

Lo anterior obligó a que el Gobierno del Estado replanteara el costo de las placas, reduciendo el monto a pagar a la ciudadanía.

 

Juan Melquiades V. F. también fue identificado como principal promotor del desplazamiento de profesionistas quintanarroenses en la administración pública del estado, junto con Manuel Alamilla Cevallos, oficial mayor, ejecutor de una ola de despidos de burócratas.

 

La “reingeniería estatal” emprendida desde el inicio del actual gobierno sólo ha servido para colocar compromisos, colaboradores y allegados, logrando desplazar a quintanarroenses para colocar a personas llegadas de Puebla y Yucatán, y algunos que se mantienen sufren acoso laboral y la drástica reducción de sus percepciones, sin consideración alguna por sus condiciones.

 

Otro de los puntos que se le señaló es que desde su posición en el gabinete ayudó a la promoción de la imagen pública del Rafael Moreno Valle, ex gobernador de Puebla en Quintana Roo, que aspiraba a la candidatura presidencial por el PAN, y que en el estado tuvo amplia cobertura.

 

Pero Juan Melquiades V. F. principalmente utilizó su paso por la Secretaría de Finanzas y Planeación del estado para promover su imagen personal en vistas de ser candidato en la próxima elección federal, como al final de cuentas lo demostraron los hechos.

 

Aunque en muchas ocasiones afirmó que sería secretario de Finanzas durante toda la administración del gobernador Carlos Joaquín, la realidad es que desde que asumió el cargo comenzó a tejer una red para promover sus ambiciones políticas, que varios años atrás se le negaron en su natal Puebla, cuando pretendió ser candidato del PRI a alcalde de Huauchinango, sin éxito.

 

Desde su cargo se allegó a las directivas de los partidos políticos y también con medios de comunicación con los que realizó importantes tratos, tanto que resultaba el funcionario con mayor promoción de imagen después del gobernador Carlos Joaquín.

 

A través de esos acuerdos, empezó primero a pulsar en la opinión pública la idea de presentarse como candidato a presidente municipal de Benito Juárez, pero al poco tiempo tuvo que frenar a sus promotores mediáticos, pero sin dejar de moverse para obtener una candidatura federal, la cual se la concedió el PRD, por el distrito 03 de Cancún.

 

En esas actividades de proselitismo interno estaba, ya inscrito como precandidato, cuando fue detenido por la PGR, al participar en un evento con Julián Ricalde Magaña, precandidato a senador del PRD, en un local de la avenida Chichén Itzá de Cancún.

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