Progreso convertido en un basurero, principalmente los manglares.
La contaminación en los manglares se ha convertido en un foco de afectación ambiental continua, sin que el ayuntamiento realice acciones para aumentar la vigilancia de la zona.
El alcalde de Progreso, Erik Rihani González, enfrenta cuestionamientos por la situación de contaminación que persiste en los manglares ubicados en la calle 39 A con 62 del puerto de Progreso.
En esta zona, los habitantes han señalado la acumulación constante de basura que es arrojada por personas que transitan por el área, el problema se ha mantenido visible durante los últimos meses, pues la presencia de desechos sobresale entre la vegetación natural.
La contaminación en los manglares se ha convertido en un foco de afectación ambiental continua, los residuos sólidos permanecen entre el agua y la maleza, lo que dificulta el equilibrio natural del ecosistema.
Asimismo, los olores desagradables se han vuelto más intensos conforme la basura se mantiene sin ser retirada de manera constante, la zona, que forma parte del entorno natural del municipio, presenta un estado crítico.
El acumulamiento de desechos también representa un problema de salud pública para la población cercana, los vecinos han detectado la presencia de insectos y fauna asociada a zonas contaminadas.
La problemática ha generado preocupaciones sobre la capacidad del ayuntamiento para atender espacios naturales que requieren vigilancia constante, pues la acumulación de basura continúa creciendo sin intervención visible.
Los habitantes de la comunidad señalan que la contaminación se ha vuelto un problema frecuente bajo la actual administración.
El manglar, que antes funcionaba como un espacio natural protegido, hoy presenta daños considerables por la falta de control sobre los desechos, esto mantiene la atención centrada en la necesidad de acciones por parte de las autoridades municipales.
