Zona Norte de Quintana Roo, está perdida y no se ve cómo se le pueda rescatar.
Por Redacción
Cancún y Playa del Carmen están bajo las órdenes de la delincuencia, hace unos años atrás la fiesta jamás terminaba en la Zona Hotelera y en la Quinta Avenida, a principios del mes de mayo los centros nocturnos, bares, restaurantes cierran poco antes de las tres de la mañana y la vida nocturna en ambos municipios ha muerto.
Caminar por la Quinta Avenida era un deleite a cualquier hora, desde el ataque a Blue Parrot a principios de este año está en manos del crimen organizado.
El tiroteo a la Fiscalía de Benito Juárez, el pasado 17 de enero, que se volvió viral en twitter y facebook, recrudeció la crisis de seguridad que se vive, en la “perla del turismo nacional”, los tres niveles de gobierno no saben actuar ante la situación que se vive en Quintana Roo.
Ciertamente, desde la docena trágica del Partido Revolucionario Institucional (PRI) con los nefastos Felix González y Roberto Borge, el ahora gobernador del “cambio” no ha visto una en contra de las células del crimen organizado sean zetas, del Golfo o Nueva Generación, estos grupos han puesto de cabeza la marca Cancún y han manchado de sangre las calles, avenidas, a la Fiscalía y sin duda a las cabezas corruptas encargadas de la seguridad de este polo turístico.
Fue Roberto Borge quien dio carta abierta a los malandrines y con quien narcotráfico y crimen organizado tuvieron un crecimiento exponencial.
¿Y dónde está?
Carcajeándose de la justicia, de los mexicanos y de los quintanarroenses, pese a que su extradición podría tardar más de 8 meses, a causa de un alegó que la detención fue irregular. La PGR tiene 60 días para presentar la solicitud de extradición.
Hoy diferentes organizaciones crimínales se disputan la plaza de la Zona Norte del Estado, según información de la Procuraduría General de la República (PGR) y esa guerra tiene a Quintana Roo, y en consecuencia a Cancún y Playa del Carmen, convertido en una zona roja.
Los recientes hechos suscitados en Cancún, según el fiscal Miguel Ángel Pech Cen, fueron “un golpazo a la delincuencia organizada” en la cuál se logró la detención de 6 presuntos sicarios y aseguraron una casa de seguridad en un reconocido fraccionamiento residencial de la zona en la cuál encontraron armas exclusivas de uso militar en la que dichos sicarios se refugiaban para cometer sus delitos.
En tanto a la ejecución de Héctor Cacique Fernández y un sujeto que se desconoce sus generales, fue un hecho aislado a la detención de los seis sicarios que casualmente se encontraban a unos kilómetros de el ejido denominado Alfredo Vladimir Bonfil en la que fue ultimado a balazos Cacique Fernández y un sujeto que se desconocen sus generales y se presume que sea un elemento activo de la Policia Federal.
¿Y?
El presidente municipal, Remberto Estrada Barba, emanado de las filas del Partido Verde, ni siquiera aborda el tema, y en un escueto comunicado a través de su departamento de Comunicación Social emitió su reunión con el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, en la cual describe que se busca actuar en conjunto en materia de seguridad para reforzar el combate a la delincuencia y prevenir actos ilícitos, todo ello en un marco de permanente coordinación, vigilancia y evaluación de resultados entre todos los niveles de gobierno participantes. Pero los criminales continúan haciendo de las suyas.
Las palabras y los comunicados se borran o se tiran a la basura, los cancunenses y playenses desean ver hechos reales y no palabrerías, de a poco Quintana Roo se hunde en manos del crimen y el narco. Los muertos continuaran y las portadas de los diferentes diarios serán las mismas a causa de que esta zona del país está perdida y no se ve cómo se le pueda rescatar.