El precandidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la República, José Antonio Meade, afirmó que la inseguridad no se puede enfrentar con ocurrencias y recetas que no funcionaron, sino con planteamientos serios y con experiencia.

De gira en Colima, Meade Kuribreña recordó que de 2000 a 2005 la Ciudad de México mostró importantes crecimientos en sus índices delictivos cuando Andrés Manuel López Obrador fue jefe de Gobierno.

«Vemos que la participación de la ciudad en los homicidios del país creció el 10%. Uno de cada cuatro secuestros se cometían en la Ciudad de México y, para el 2005, cinco años después, aumentó a 44 de cada 100 secuestros. Las extorsiones, en términos de su participación, crecieron 10% en esos cinco años; el robo de vehículos creció 53%”, afirmó.

Al reunirse con dirigentes ejidales y líderes de productos agropecuarios en el rancho «La Cruz” del municipio Cuauhtémoc de esta entidad, Meade Kuribreña destacó que la estrategia que se implementó durante esa administración en la capital no dio resultados.

SÓLO GENERARÁ IMPUNIDAD: OCHOA REZA

Enrique Ochoa Reza, líder nacional priísta, manifestó que la eventual designación de Alfonso Durazo al frente de una Secretaría de Seguridad Pública federal, que habrá de crearse según el plan presentado por el precandidato de la coalición «Juntos haremos historia”, es un error, ya que es «una persona que no tiene experiencia ni conocimiento del tema de seguridad y ha estado incrustado en todos los partidos políticos, sin haber acreditado ningún servicio en materia de seguridad a favor de la nación.”

Según el presidente nacional del PRI, a López Obrador no le importa la seguridad del país, pues en la marcha de 2004, cuando el tabasqueño era jefe de gobierno de la capital del país, descalificó la movilización al decir que se trataba de «una marcha de pirrurris”.

Ochoa Reza sostuvo que el plan de seguridad del precandidato presidencial de Morena-PT-PES provocará impunidad, e insistió en que cuando López Obrador gobernó la Ciudad de México, los resultados fueron irresponsables, pues se duplicó el número de extorsiones.