Más de cuatro mil personas disfrutan el arte de tres tenores de Suiza, Francia y Estados Unidos, así como del barítono español Carlos Marín, que celebran XV años de trayectoria

Por Martha López Huan

Il Divo llegó al Coliseo Yucatán para festejar en grande sus XV años de trayectoria: el cuarteto combinó la potencia de su voz con una escenografía rica en imágenes que transportaron al público a diversas partes del mundo y a la época gloriosa del Séptimo Arte como parte de la gira mundial Timeless que inició en México en abril pasado y terminará en Rusia en octubre próximo.

—Ya tenemos XV años de trayectoria y para festejar traemos temas nuevos que vienen en el séptimo disco Timeless (Eterno) que saldrá en agosto próximo —indicaron los tenores Urs Buhler de Suiza, el francés Sebastien Izambard y el estadounidense David Miller, así como el barítino español Carlos Marín, quienes desde el primer instante desarmaron con su romanticismo y grandes voces a más de cuatro mil personas congregadas en el recinto ubicado en la carretera Mérida-Progreso.

El arte del cuarteto, que se formó en Londres en 2004, llegó por primera vez a Mérida, “estar en esta región que pertenece a México es estar como en casa, porque soy español”, dijo Carlos Marín al término del recital que incluyó temas como el Hello de Adele, Right Here Waiting,  Pour que tu maimes,  Encore,  Ángels,  Die Zauberflote, Come what may, All of me, Love me tender, Quién será, Granada e Il Mio Coure en el primer acto.

En el II acto, aparecieron en escena con trajes elegantes para interpretar Grazie Amore,  Unforgettable,  Unchained Melody, Smile,  We came here to love, el famoso What a Wonderful World de Lois Amstrong,  Toi et Moi, I Will Always Love You, Vesti La Giubba Pagliacci (con el que David logró poner de pie a la multitud), La vida sin amore y Somewhere.

La presencia de un ballet y el arte de músicos yucatecos enriquecieron el Timeless de Il Divo en Mérida, cuya gira continuará por Ensenada, Querétaro, Puebla y a partir del 2 de junio continuará por Las Palmas de Canaria, España, y continuará por Líbano, Israel, Polonia, Holanda, Reino Unido, Escocia, Irlanda, otra vez a España, Bélgica, Hungría y Rusia.

El encore del recita incluyó dos clásicos del romanticismo: Regresa a mí y My way, pero resultaron insuficientes para un público que volvió a ovacionarlos, olvidando algunas fallas de sonido que se registraron en el primer acto.

–Agradecemos el cariño y la comprensión del público; fue fabulosa la forma en que nos arroparon, a pesar de las fallas en el sonido –indicó Carlos Marín.