¿Existe el efecto cucaracha?
Las cucarachas podrían ser sus nuevos vecinos, algunos conocidos o peor algún familiar que por querer sobresalir por unos pesos arriesgan la vida de terceros, cifras que no pueden negar las autoridades, 17 han sido las víctimas inocentes, entre ellas una niña de cuatro años, han resultado heridas en ataques armados, cometidos durante sangrientas ejecuciones, en lo que va de este año en Cancún.
STAFF EL PENINSULAR
Quintana Roo se mantiene en letras rojas por parte de las autoridades de los tres niveles de gobierno y los narcos y corruptos continúan llegando a esta zona turística. Se refuerza la vigilancia en Playa del Carmen tras el autoatentado a una embarcación propiedad de la familia del ex gobernador Roberto Borge Angulo y los responsables quizás continúen en el estado paseándose entre los ciudadanos.
Las cucarachas podrían ser sus nuevos vecinos, conocidos o peor algún familiar que por querer sobresalir por unos pesos arriesgan la vida de terceros, cifras que no pueden negar las autoridades, 17 han sido las víctimas inocentes, entre ellas una niña de cuatro años, han resultado heridas en ataques armados, cometidos durante sangrientas ejecuciones, en lo que va de este año en Cancún.
Poco o nada a realizado el gobierno de Carlos Joaquín por combatir el narcotráfico. Es el efecto cucaracha, uno de los conceptos más reiterados y más desesperanzadores de la discusión sobre seguridad pública.
Es la noción de que nada funciona, nada se puede contra el delito, apenas moverlo de sitio, de hora, de giro o de modo de operación. Es también una idea más falsa que la llegada de cientos de elementos federales para reforzar la seguridad del estado, al menos en sus versiones más extremas.
Hay un dato esencial para entender porque el efecto cucaracha (conocido técnicamente como desplazamiento del delito) ocurre menos a menudo de lo que se supone: por lo regular, el delito se concentra. Son diferentes los estados de la zona sur que se ven afectados con la delincuencia organizada, sin embargo, en Quintana Roo los números se incrementan día a día con ejecuciones, amenazas de bomba (distracción de autoridades) asaltos y diferentes hechos de índole criminal que a simple vista dejan en claro que están más organizados que nuestras propias autoridades.
La concentración de las cucarachas puede ser temporal o espacial. Puede darse también en términos de víctimas o blancos: nada predice mejor el asalto a un banco que el hecho de haber sido blanco en el pasado. Por último, como discutí en esta entrada sobre el número de sicarios, unos cuantos delincuentes pueden ser responsables de una cantidad desproporcionada de delitos.
¿Por qué se da este efecto? Por una razón muy sencilla: la oportunidad hace al ladrón. Y hay algunas horas, lugares o blancos que presentan mucho mejores oportunidades para el delito que otras. Hay también delincuentes que saben aprovecharlas mucho mejor que otros. Por ejemplo, una calle solitaria y oscura (muchas en los diferentes municipios del estado) es mucho más apropiada para un asalto que una avenida bien iluminada y con muchos peatones a todas horas. Hay negocios que manejan mucho efectivo y otros que no ¿Cúales creen que van a ser más comunmente blanco de delincuentes? No por nada, el célebre bandido Willie Sutton, al preguntarle un reportero porque robaba bancos, respondió: “Porque allí está el dinero”.
Luego entonces, si las oportunidades desaparecen en un lugar, a una hora, en algún giro o para algún tipo de delito, ya sea por la intervención de las autoridades (patrullajes, redadas, etc.), por medidas defensivas (alármas o cámaras de vigilancia, por ejemplo) o por cambios legales (ejemplo: el final de la prohibición del alcohol), no reaparecen mágicamente en otro lugar, hora, giro o forma de delito ¿Pueden desplazarse o transformarse los delincuentes? Algunos, los más motivados, los más experimentados, los más urgidos de dinero (los drogodependientes, por ejemplo). Pero no todos y no siempre, y ese es el punto crucial: es posible, mediante intervenciones puntuales conseguir reducciones netas en el número de delitos.
Mejor aún, es posible tener un efecto insectida en vez de un efecto cucaracha: los beneficios de una intervención específica se pueden diseminar a zonas contiguas o delitos distintos. Poner guardias de seguridad frente a una sucursal bancaria puede proteger a todos los negocios de una cuadra. Impedir la venta de droga en la vía pública puede reducir el número de asaltos y la presencia de prostitución. Instalar cámaras de vigilancia puede tener efectos hasta en puntos ciegos: al fin y al cabo, los delincuentes potenciales no saben cuantas cámaras hay y en que dirección apuntan.
Entonces no, el combate contra el delito no es una causa perdida. Y sí, es posible, con un poco de imaginación, obtener resultados grandes pensando en pequeño.
Listado de ataques a personas civiles en los tres últimos meses:
Enero
1 de enero.- En los primeros minutos del año, un hombre fue ejecutado a balazos en la Región 236, en donde una niña de cuatro años fue alcanzada por una de las balas.
10 de enero.- Un sangriento ataque armado en contra de dos sujetos que se encontraban en el bar “La Palapa de Chucky” ubicado en la Región 230, dejó a siete personas heridas con impactos de bala, convirtiéndose en víctimas circunstanciales.
27 de enero.- Sin piedad, fueron rafagueados clientes y empleados del restaurante “Oasis Bar” ubicado en la zona de El Crucero, por un comando armado que logró escapar impunemente. El saldo del ataque fue de tres personas muertas y ocho más lesionados.
Febrero
5 de febrero.- Cuando sujetos armados intentaron ejecutar a un buzo en la Región 95, este intentó refugiarse en una taquería, en donde el taquero resultó herido de manera circunstancial.
14 de febrero.- Al interior de una panadería en la Región 203, fue ejecutado un hombre y otro más que se encontraba comprando pan, fue alcanzado por las balas.
25 de febrero.- En el ataque armado a un lavadero de autos en la Región 227, una mujer que viajaba en una combi de transporte público que pasaba por el lugar, fue alcanzada por una bala y momentos después, falleció en el Hospital General.
Marzo
4 de marzo. – Ejecutan al interior de un hospital privado a “El Poncho”, líder de una narcocélula del Cartel del Golfo y a su mujer, un comando de sicarios, lograron burlar la seguridad de la clínica así como a la Policía Estatal que estaba de guardia a unos metros del acceso principal; los criminales le perdonaron la vida a una menor que se presume ser hija de los ejecutados.