Dependencias rebeldes
19 oficinas de gobierno rechazaron participar en el Diagnóstico del Sistema de Valores de los Funcionarios Públicos
Por Jorge Argüelles
Chetumal, Quintana Roo.- Un total de 19 dependencias y organismos del Gobierno del Estado rechazaron participar en el Diagnóstico del Sistema de Valores de los Funcionarios Públicos, que fue realizado por el Instituto de Administración pública del Estado de Quintana Roo, reveló su titular León Ricardo Lizárraga Cubedo.
Explicó que el Objetivo principal es el de develar las creencias y valores, que son asumidos y aceptados por los servidores públicos en la cultura organizacional y que pueden detonar en actos de corrupción e ineficacia. Así como las virtudes que se han de mantener y desarrollar a fin de satisfacer la demanda de un gobierno honesto y eficaz; plataforma de la cual partiría el mejoramiento y la estandarización de la norma del gobierno con valores de los 70 entes de la administración pública.
“No hay normativa que indique que sea vinculante, lo que enviamos hacia el área jurídica y por eso queda a voluntad y discreción de cada uno de los titulares de las dependencias. Hay dependencias que no contestaron ninguna encuesta”.
El presidente del Consejo, León Ricardo Lizárraga Cubedo, reveló que de las 70 solicitudes solo 51 participaron en este proceso de evaluación de donde han comenzado a surgir comités de ética en las dependencias, con metas y compromisos de cara mejorar la cultura de valores y de ética que se ha perdido en la administración pública.
Se encuestaron a un total de 5 mil 647 servidores públicos a través de un cuestionario en línea, mediante un instrumento que evaluó 22 valores con 4 items cada uno organizados en 4 categorías
“La intención de esto, es que podamos nosotros hacer un sistema que complemente la norma del gobierno con valores un sistema que permita a través de la medición hacer un estándar que te permita cambiar esos hábitos”.
Destacó la importancia de cambiar los hábitos con respecto a los valores, ya que esto permitiría mejorar la imagen de los trabajadores al servicio público, pero reconoció que el proyecto es ambicioso y a largo plazo además de que costaría muy caro, ya que tan solo en la Ciudad de México fue de 20 millones de pesos, tan sólo para la Secretaría de Educación Pública, pues se habla de cambiar hábitos de manera individual.