Aunque todavía falta el aval en el Senado, la reforma busca inhibir el uso de este objeto a fin de contribuir a la lucha contra la contaminación.

staff El Peninsular

Los establecimientos de alimentos y bebidas fomentarán el no utilizar popotes salvo que el cliente así lo pida.

Aunque todavía falta el aval en el Senado, la reforma a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos -planteada en la Cámara de Diputados- busca inhibir el uso de este objeto a fin de contribuir a la lucha contra la contaminación.

Con 245 a favor, 70 abstenciones y 70 abstenciones, la modificación que se turnó a la Cámara alta, tuvo resistencias por parte de los diputados del PRD y Morena.

«El dictamen tiene que ser más de fondo que de forma, y el compromiso ambiental no solo tiene que ver con campañas que ya se están dando mediáticamente en varios sectores sino con un compromiso constitucional”, afirmó Fernando Rubio, diputado del PRD.

El diputado del PVEM, partido promovente de esta reforma, Arturo Álvarez, mostró su preocupación pues el material con los que son elaborados no se desintegra fácilmente.

«Uno de los casos que verdaderamente son más alarmantes ya que están hechos en su mayoría de un derivado del petróleo llamado propileno, por lo cual, su proceso de degradación es prácticamente nulo”, explicó.

Según el legislador, los popotes están hechos de «propileno (plástico #5), no pueden reciclarse y sí pueden llegar a existir casi para siempre, pues se van partiendo en pedazos cada vez más pequeños, llegando a ocasionar gran daño a todos los seres vivos.