¡ATENCIÓN CONSUMIDORES!SORIANA Altabrisa, se niega a entregar mercancía previamente pagada. Aún a pesar de recibir la orden de su CORPORATIVO. ¿Falla administrativa, fraude o robo?
Cliente de la tienda Soriana Altabrisa ha manifestado su inconformidad ante la negativa de la sucursal a entregar mercancía previamente pagada, argumentando la falta de una nota de resguardo, aun cuando existen otros comprobantes de compra y una instrucción directa del corporativo de la empresa para proceder con la entrega.
De acuerdo con el testimonio del cliente afectado, la mercancía fue adquirida y quedó bajo resguardo de la tienda; sin embargo, tras el extravío de la nota de resguardo —documento que no siempre es conservado por los consumidores y que, en muchos casos, no se presenta como el único comprobante válido— la tienda se ha negado reiteradamente a liberar el producto.
Lo que agrava la situación, es que el corporativo de Soriana ha instruido a la sucursal a realizar la entrega, indicación que fue ignorada por el personal local. Específicamente el gerente de la tienda de nombre Mario Carrillo a pesar de la instrucción del corporativo se negó rotundamente a entregar el producto a pesar de que había dicho que solo faltaba una firma pero la persona no estaba. Engañando al cliente.
Esta negativa persistente ha llevado al cliente a considerar que el conflicto ha dejado de ser un simple error administrativo para convertirse en un trato personal, una posible irregularidad interna o incluso un presunto intento de robo de la mercancía.
Especialistas en derechos del consumidor señalan que, cuando existe comprobante de pago y registro interno de la empresa, la negativa a entregar un producto podría constituir una falta administrativa y dar pie a denuncias ante instancias como la PROFECO, además de generar dudas sobre los controles internos de la tienda.
Hasta el momento, Soriana Altabrisa no ha emitido una postura pública clara respecto a este caso en particular, lo que incrementa la molestia del cliente, quien asegura haber agotado los canales de atención sin obtener una solución.
Este caso abre el debate sobre la responsabilidad de las empresas en la custodia de mercancía pagada, la validez de los documentos internos frente a los derechos del consumidor y la necesidad de que las sucursales respeten las decisiones de sus corporativos para evitar abusos o prácticas irregulares.
